Entre recuerdos y Melodías
La mañana se acercó a mí, pronta, altanera, muy sobria y confiada, la seguí, y me llevó a un día diferente, las horas me acariciaban, el tiempo tuvo paz conmigo, y las acciones se multiplicaron, acompañándome y alejando de mí la sombría soledad...
Su risa, sus muecas, sus gestos y ademanes, su presencia, su mirada, su ser esquivo y sabido de mis mensajes a través de los ojos, y unos cuantos a través de mi boca... un buen día por haber estado ella a mi lado sin quererlo, por casualidades de las labores.
Sus palabras mi trabajo, mi trabajo un reto, cumplirlo un placer, el pago... su sonrisa.
La noche llega con un halo de melancolía, y me quita el dulce sabor de lo hoy vivido, me regresa al cementerio, donde me lamento sobre tumbas y lápidas, donde paseo y la culpa viene a mi lado, donde la lluvia son lágrimas que ya no puedo soltar, donde se encuentran muy cerca, el amor nacido de una mujer que me entregó la incondicionalidad que jamás he podido volver a encontrar, y el dolor, el desamor, la decepción, la pasión y la entrega de otra alma que me hace presa de sentimientos encontrados, porque así como recuerdo días de luz, tardes de estrellas y noches de caricias apresuradas, tengo rencor, ardor, y casi odio por haberla perdido, "haber perdido el partido sin haber tocado el balón"
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